Internet en Cuba: Preguntas y Respuestas














1.¿En qué consiste el servicio público de acceso a Internet?

 R: Es un servicio público que permite a los usuarios el acceso a la navegación nacional e internacional y al correo electrónico internacional @nauta.cu.
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 2.¿Cómo se puede acceder al servicio?

 R: A través de la activación de una cuenta de acceso permanente (recargable) o temporal (no recargable), en dependencia del servicio contratado por el cliente (navegación en Internet, navegación nacional y correo electrónico internacional), con un saldo inicial mínimo para 1 hora de conexión.
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 3.¿Tengo que pagar alguna cuota de activación para solicitar el servicio?

 R: No hay que pagar una cuota de activación, sólo un saldo inicial mínimo para 1 hora de conexión en dependencia del servicio solicitado.
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 4.¿Cuál es la diferencia entre una cuenta temporal y una permanente?

 R: La cuenta temporal ofrece el servicio de navegación en Internet, a través de tarjetas prepagadas no recargables, válidas por un término de 30 días naturales a partir de la primera conexión. Cuando se agote el tiempo de la tarjeta actual el cliente debe adquirir una nueva. El servicio permanente tiene tres facilidades:

 1. Navegación en Internet(opcionalmente se ofrece una cuenta de correo internacional @nauta.cu)

2. Correo internacional, que incluye navegación nacional

3. Navegación nacional. Las tarifas por 1 hora de conexión varían en dependencia del servicio contratado. Es una cuenta recargable y la recarga se hace mediante cupones o directamente en la red comercial de ETECSA. Esta cuenta permanente queda activa en el momento de la solicitud, lo que significa que el ciclo de vida comienza a descontarse en ese instante.
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Julián Grimau murió convencido de que Santiago Carrillo le vendió a la policía franquista


En la última actualización de la de las “Memorias” de Santiago Carrillo, publicada por editorial Planeta, el autor dedica dos páginas escasas, de un total de 829, a lo que denomina “la detención y el martirilogio de Julián Grimau”. Carrillo dice que fue entregado a la policía, en una cita clandestina, por un traidor de apellido Lara, que después de la delación desapareció en el anonimato y del que no se volvió a tener noticia. Carrillo, que en otros hechos de menor relieve se extiende prolijamente, pasa como por ascuas por el fusilamiento de Grimau en 1963. Mucho se ha conjeturado sobre la irresponsabilidad de encargar el trabajo para el aparato del partido en el interior a un dirigente histórico tan conocido como Grimau. También siempre ha extrañado lo poco que investigó el PCE la figura del tal Lara, su procedencia, sus contactos dentro o fuera del partido. En fin siempre ha existido una nube de misterio en torno a las circunstancias que rodearon la detención y posterior ejecución de Grimau. En este número de EL OTRO PAÍS vamos a ofrecer un testimonio de referencia, inédito, sobre estos hechos. Es el testimonio del hijo del militante comunista Rafael Verdú Pastor. Rafael Verdú Pastor nació en la población alicantina de Mutxamel, en 1921. Después de un inicial acercamiento a la FAI, muy joven, ingresó en el PCE y se enroló en el cuerpo de Carabineros, luchando contra la sublevación fascista. Finalizada la guerra, vivió el dramático epílogo de la Segunda República en el puerto de Alicante, donde, ante la falta de apoyo internacional para garantizar el exilio de los miles de congregados, pudo burlar el cerco de los fascistas italianos de la División Litorio, mandada por el general Gambara, y regresar a su pueblo, Mutxamel, a siete kilómetros del puerto. Allí fue delatado por un vecino, detenido y encerrado con otros miles de republicanos en el castillo de Santa Bárbara y en la plaza de toros. Como muchos jóvenes combatientes de la República, fue obligado a repetir el servicio militar en las filas del ejército fascista y enviado a un batallón de castigo en Fuerteventura.

¿Qué es la dictadura del proletariado y por qué es necesaria?

Sólo con leer el título de este artículo el lector probablemente se haya horrorizado. Es posible que ahora se encuentre tan confuso como indignado. ¿Cómo va a ser necesaria una dictadura? ¿No tuvimos suficiente con 40 años de franquismo que los comunistas quieren quitarnos la poca democracia de la que gozamos? Y sobretodo, ¿porqué habla del proletariado, si este ya no existe? "Que no estamos en el siglo XIX, hombre". Y encima voy y pongo una imagen en la que aparecen mujeres armadas, haciendo clara apología a la violencia. Estos comunistas todo lo hacemos mal, hablar de dictaduras está feo, no es comercial. Alguno no querrá ni seguir leyendo. Paciencia: vayamos por partes y expliquemos qué es la dictadura del proletariado y porqué es necesaria. Luego ya que el lector saque sus propias conclusiones. ¿Qué es una dictadura? A menudo cuando evocamos el término 'dictadura' nos referimos a regímenes en los cuales no hay libertades ni se respetan los derechos humanos. Se trata de países sin elecciones en los cuales el disidente está perseguido a diario. La España de Franco (1939-1975) sería un buen ejemplo de dictadura para la mayoría de la gente. Los marxistas tenemos otro enfoque en cuando a la definición de dictadura, muy distinto del que acabo de exponer. Dicho esto, por supuesto que somos conscientes de que no es lo mismo un país con elecciones y ciertas libertades que un régimen autoritario. Distinguimos perfectamente entre la España de Franco y la de Rajoy, que no son sistemas políticos iguales aunque se les intenten sacar parecidos (que los hay). Los marxistas, como iba diciendo, vemos la política partiendo de la base de que existen diferentes clases sociales y que estas tienen intereses a menudo opuestos, y es de ahí de donde sacamos nuestra visión de lo que es una dictadura y lo que es una democracia. Pero si vamos a tomar como base para nuestro análisis la lucha entre clases sociales antes habrá que definir qué son exactamente las clases. Cuando hablamos de clases sociales no nos referimos a pobres y ricos, ni a la clase baja y la clase media, sino a los grupos de personas que se distinguen por su posición en el sistema de producción y que tienen intereses distintos. Hablamos, en la sociedad capitalista, de la lucha existente entre el proletariado (los trabajadores, que no tenemos medios de producción y nos vemos obligados a vender nuestras capacidades laborales al mejor postor) y la burguesía (que posee bancos, grandes empresas, fuentes de materias primas...). El proletariado trabaja para la burguesía, que le entrega un salario para que pueda sobrevivir. También existen otras dos clases "secundarias" que no vamos a tratar: la pequeña burguesía (pequeños empresarios) y el lumpenproletariado (personas marginadas, como un mendigo o una prostituta). El revolucionario ruso Vladimir 'Lenin' explica así lo que son las clases:

El bloqueo es el principal obstáculo para el desarrollo de la isla

“Nuestras sanciones legales reflejan nuestros principales intereses en seguridad nacional e intereses en política exterior, y la OFAC las persigue exhaustivamente. Este anuncio histórico* debería servir como una clara advertencia a cualquiera que planee aprovecharse de evadir las prohibiciones de EEUU”… Adam Szubin, Director de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro del gobierno de los Estados Unidos, junio de 2012.  * Se refiere a la multa de 619 millones de dólares al banco holandés ING por realizar transacciones financieras con Cuba y otros países, la más alta de la historia que ha impuesto el Gobierno de los Estados Unidos a un banco extranjero por mantener relaciones comerciales con Cuba. El bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba comenzó a aplicarse desde el momento mismo del triunfo de la Revolución Cubana en 1959 y, a lo largo de los años, se ha venido institucionalizando y refinando cada vez más mediante la aprobación de proclamas presidenciales y medidas legislativas que lo han hecho progresivamente más férreo y abarcador. Desde ese momento, la política de asfixia económica que representa no ha cesado ni un solo instante, lo que refleja claramente la obsesión de sucesivos gobiernos de los Estados Unidos por destruir el sistema político, económico y social elegido por el pueblo cubano en ejercicio de sus derechos a la libre determinación y la soberanía. Durante todos estos años se han recrudecido y reforzado los mecanismos políticos, legales y administrativos de dicha política con el objetivo de procurar su instrumentación más eficaz.El andamiaje en el que se sustenta el bloqueo califica como un acto de genocidio, en virtud de la Convención de Ginebra de 1948 para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, y como un acto de guerra económica de conformidad con la Declaración relativa al Derecho de la Guerra Marítima adoptada por la Conferencia Naval de Londres de 1909.

Engels: Principios del Comunismo















¿Qué es el comunismo? 
El comunismo es la doctrina de las condiciones de la liberación del proletariado.

¿Qué es el proletariado?
 El proletariado es la clase social que consigue sus medios de subsistencia exclusivamente de la venta de su trabajo, y no del rédito de algún capital; es la clase, cuyas dicha y pena, vida y muerte y toda la existencia dependen de la demanda de trabajo, es decir, de los períodos de crisis y de prosperidad de los negocios, de las fluctuaciones de una competencia desenfrenada. Dicho en pocas palabras, el proletariado, o la clase de los proletarios, es la clase trabajadora del siglo XIX.

¿Quiere decir que los proletarios no han existido siempre? 
 No. Las clases pobres y trabajadoras han existido siempre, siendo pobres en la mayoría de los casos. Ahora bien, los pobres, los obreros que viviesen en las condiciones que acabamos de señalar, o sea los proletarios, no han existido siempre, del mismo modo que la competencia no ha sido siempre libre y desenfrenada.

 ¿Cómo apareció el proletariado?
 El proletariado nació a raíz de la revolución industrial, que se produjo en Inglaterra en la segunda mitad del siglo pasado y se repitió luego en todos los países civilizados del mundo. Dicha revolución se debió al invento de la máquina de vapor, de las diversas máquinas de hilar, del telar mecánico y de toda una serie de otros dispositivos mecánicos. Estas máquinas, que costaban muy caras y, por eso, sólo estaban al alcance de los grandes capitalistas, transformaron completamente el antiguo modo de producción y desplazaron a los obreros anteriores, puesto que las máquinas producían mercancías más baratas y mejores que las que podían hacer éstos con ayuda de sus ruecas y telares imperfectos. Las máquinas pusieron la industria enteramente en manos de los grandes capitalistas y redujeron a la nada el valor de la pequeña propiedad de los obreros (instrumentos, telares, etc.), de modo que los capitalistas pronto se apoderaron de todo, y los obreros se quedaron con nada. Así se instauró en la producción de tejidos el sistema fabril.

En cuanto se dio el primer impulso a la introducción de máquinas y al sistema fabril; este último se propagó rápidamente en las demás ramas de la industria, sobre todo en el estampado de tejidos, la impresión de libros, la alfarería y la metalurgia. El trabajo comenzó a dividirse más y más entre los obreros individuales de tal manera que el que antes efectuaba todo el trabajo pasó a realizar nada más que una parte del mismo. Esta división del trabajo permitió fabricar los productos más rápidamente y, por consecuencia, de modo más barato. Ello redujo la actividad de cada obrero a un procedimiento mecánico, muy sencillo, constantemente repetido, que la máquina podía realizar con el mismo éxito o incluso mucho mejor. Por tanto, todas estas ramas de la producción cayeron, una tras otra, bajo la dominación del vapor, de las máquinas y del sistema fabril, exactamente del mismo modo que la producción de hilados y de tejidos.

En consecuencia, ellas se vieron enteramente en manos de los grandes capitalistas, y los obreros quedaron privados de los úItimos restos de su independencia. Poco a poco, el sistema fabril extendió su dominación no ya sólo a la manufactura, en el sentido estricto de la palabra, sino que comenzó a apoderarse más y más de las actividades artesanas, ya que también en esta esfera los grandes capitalistas desplazaban cada vez más a los pequeños maestros, montando grandes talleres, en los que era posible ahorrar muchos gastos e implantar una detallada división del trabajo. Así llegamos a que, en los países civilizados, casi en todas las ramas del trabajo se afianza la producción fabril y, casi en todas estas ramas, la gran industria desplaza a la artesanía y la manufactura. Como resultado de ello, se arruina más y más la antigua clase media, sobre todo los pequeños artesanos, cambia completamente la anterior situación de los trabajadores y surgen dos clases nuevas, que absorben paulatinamente a todas las demás, a saber:

 I. La clase de los grandes capitalistas, que son ya en todos los países civilizados casi los únicos poseedores de todos los medios de existencia, como igualmente de las materias primas y de los instrumentos (máquinas, fábricas, etc.) necesarios para la producción de los medios de existencia. Es la clase de los burgueses, o sea, burguesía.

 II. La clase de los completamente desposeídos, de los que en virtud de ello se ven forzados a vender su trabajo a los burgueses, al fin de recibir en cambio los medios de subsistencia necesarios para vivir. Esta clase se denomina la clase de los proletarios, o sea, proletariado.


“Queremos volver a Cuba” (+Vídeo)

Gilberto Martínez, de 50 años, jamás pensó que en la tierra prometida, que pensaba que era España, no encontraría trabajo y que la Policía Nacional le echaría de su casa. Y este martes vivió el peor día de su vida, al ser desahuciado del hogar en el que vivía con su esposa, Ismara Sánchez de 43 años, sus dos hijas, una de 15 y otra de 22, y el niño pequeño de 8 años. “A nosotros nos trajo el gobierno de Zapatero por mediación de la Iglesia cubana, porque Fidel Castro nos ofreció venir a España”, aseguró Martínez. Según explicó, les prometieron “una casa, trabajo y ayudas económicas durante cinco años, y ahora estoy sin nada”. El “exiliado” cubano concretó que recibía una ayuda de 400 euros mensuales de Cruz Roja para pagar el alquiler, y otros 595 euros del Gobierno para comprar comida y pagar gastos. “Ahora no tenemos ayudas de ningún tipo, si me dicen en Cuba lo que pasaba en España me hubiera quedado allí”, dijo el padre desahuciado, que lleva dos años y dos meses en España, sin encontrar trabajo. “Yo solo pido ahora que me manden para Cuba”, demandaba entre sollozos. El padre de familia concluyó: “Nos trajeron engañados, estamos en la calle, hemos ido de un sitio a otro y lo único claro es que los políticos se tapan con la misma colcha, y no arreglan nada”. La familia de Martínez ha estado recibiendo ayudas por parte del Gobierno, de Cruz Roja e incluso de Cáritas. Fuentes del obispado en Alicante explicaron que esta familia recibió comida, productos de limpieza y algo de dinero para gastos, “pero casas para ellos no tenemos”, admitieron.

La batalla que terminó con el Apartheid

Este año marca el aniversario 25 (NR) del comienzo de la batalla de Cuito Cuanavale en el sureste de Angola, en que las fuerzas armadas de la Sudáfrica del Apartheid se enfrentaron con el ejército cubano y las fuerzas angolanas. El asalto sudafricano “fue frenado abrupta y definitivamente” por las fuerzas revolucionarias. El general Magnus Malan escribe en sus memorias que la campaña fue una gran victoria para las fuerzas de defensa sudafricanas (SADF) pero Nelson Mandela no podía discrepar más: “Cuito Cuanavale —afirmó— fue el viraje para la lucha de liberación de mi continente y de mi pueblo del flagelo del Apartheid”. El debate sobre lo que significa Cuito Cuanavale ha sido intenso, en parte porque los documentos sudafricanos relevantes siguen clasificados. Sin embargo, yo he podido estudiar los documentos en los archivos cerrados cubanos y también muchos documentos norteamericanos. A pesar de la brecha ideológica que separa La Habana y Washington, estos documentos relatan una historia que impacta por lo parecida que es. Analizamos los hechos. En julio de 1987 el ejército angolano (FAPLA) lanzó una ofensiva de mayor envergadura en el sureste de Angola contra las fuerzas de Jonás Savimbi. Pero al ver que la ofensiva estaba teniendo éxito, las SADF, que controlaban las partes más meridionales del suroeste de Angola, intervinieron en el sureste. Para principios de noviembre las SADF habían acorralado las mejores unidades angolanas en el poblado de Cuito Cuanavale y estaban preparándose para aniquilarlas. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas exigió que las SADF se retiraran incondicionalmente de Angola, pero la administración Reagan se aseguró de que esta exigencia fuera una Resolución sin mayor trascendencia. El secretario de estado adjunto para África de Estados Unidos, Chester Crocker, le dijo al embajador de Sudáfrica en Estados Unidos: “la resolución no reclama sanciones y no plantea ninguna asistencia para Angola. Esto no es por casualidad sino el resultado de nuestros esfuerzos para mantener la resolución dentro de determinados límites”. (1) Mientras, las SADF aniquilarían a las unidades elites de las FAPLA. Para comienzos de 1988, fuentes militares sudafricanas y diplomáticos occidentales aseguraban que la caída de Cuito era inminente. Esto significaría un golpe demoledor al gobierno angolano.