Introducción a la economía marxista (Economía Política)

Marx empieza analizando qué es una mercancía. Mercancía es todo aquello que se intercambia, que se compra y se vende, tanto dentro de un recinto llamado “mercado” como fuera de él. Mercancía puede ser un bien o un servicio: desde un libro o un electrodoméstico hasta un viaje o la extracción de una muela. La mercancía tiene dos propiedades: valor de uso y su valor de cambio. El valor de uso es aquello que hace apetecible a una mercancía: su utilidad, el hecho de que satisfaga una necesidad humana. Poco importa que esta necesidad sea del estómago, de la cabeza o de los genitales. La capacidad que tiene un objeto de cubrir una necesidad es, por tanto, su valor de uso. El valor de cambio (o valor, a secas) es la capacidad que tiene la mercancía de intercambiarse por otras mercancías (si hablamos en términos de dinero, equivale a su precio). En una economía de trueque cambiaré un televisor viejo por dos pantalones y tres camisetas, o yo te arreglo una gotera y tú me enseñas algo de inglés. En una economía monetaria, cambiaré el televisor viejo por cierta cantidad de dinero y con ese dinero me pagaré mi curso de inglés. El valor de uso y el valor de cambio son aspectos diferentes de una misma mercancía. Hay cosas con mucho valor de uso, como el aire que respiramos, que no tienen valor de cambio. Si alguien vendiera aire, nadie querría comprárselo, ya que cualquiera puede obtenerlo gratis (al menos por ahora). Y hay cosas con poco valor de uso, como el oro y la plata, o el mismo dinero de papel (billetes), pero con un gran valor de cambio. Así pues, el valor de cambio no se determina por el valor de uso.


  ¿Qué es lo que determina el valor de cambio de una mercancía? 

 Para descubrirlo hay que buscar algunos ejemplos. Supongamos que cultivo un huerto y me han crecido más tomates de los que puedo comer. Con los tomates que me sobran me dirigiré hacia alguien que cultive o fabrique cosas que yo ni cultivo ni fabrico, para intercambiárselas.

Preferentemente iré a algún lugar donde se reúnan otros cultivadores y fabricantes, lugar que se suele llamar mercado. Allí me encuentro a alguien que vende patatas, y llegamos al acuerdo de intercambiar un kilo de tomates por dos kilos de patatas. De esta manera, vemos que el valor de cambio de los tomates es el doble del valor de cambio de las patatas. Su valor de uso es en parte similar y en parte diferente, ambos sirven de alimento, pero su valor nutritivo, su sabor y la variedad de platos que pueden confeccionarse con ambos son diferentes. (El ejemplo se produce en una situación de economía mercantil simple, donde todos los productores poseen sus medios de producción)

Que su valor de cambio sea diferente viene dado por la cantidad de tiempo de trabajo gastado en su cultivo. Los tomates, y esto es una suposición, han requerido el doble de horas de trabajo que las patatas para su cultivo, y por ello, su valor de cambio es el doble que el de las patatas.

Esta es la llamada teoría del valor-trabajo (o teoría laboral del valor, o ley del valor), según la cual el valor de cambio de una mercancía viene dado por la cantidad de tiempo de trabajo socialmente necesario que ha sido necesario para producir esa mercancía.

Otro ejemplo: si dos recolectores se encuentran para intercambiar y uno intercambia unas verduras que ha recogido a una hora de camino y el otro a media hora, el valor de las primeras es el doble que el de las segundas. Ahora bien, si el primero ha tardado dos horas en ir y volver de un sitio que normalmente todo el mundo recorre en dos horas, y el segundo ha tardado también dos horas para ir y volver de un lugar al que normalmente se tarda una hora, el intercambio no se hará según lo que han tardado ellos dos en concreto, sino de acuerdo a lo que se tarda normalmente. De ahí el término “socialmente necesario”.

El valor de cambio de una mercancía expresa un promedio de todos los valores de cambio de esa mercancía en un mercado concreto. En un mismo mercado la misma mercancía se vende algo por encima de su valor por unos o algo por debajo de su valor por otros (dependiendo de varios factores: productividad, oferta y demanda, etc), pero siempre fluctúa no mucho más allá ni acá de su valor de cambio promedio.

El dinero metálico es una mercancía más, su valor de cambio es el de cualquier otra mercancía: el tiempo de trabajo socialmente necesario para producirla (en su caso: extraerla y transportarla), pero es una mercancía que contiene ciertas características (como son su tamaño relativamente pequeño, la posibilidad de fraccionarla, etc. ) que la convierten en el equivalente general de toda mercancía.

 Esto es cierto respecto al dinero hecho de oro, plata, cobre y otros metales. En la actualidad, con la aparición del dinero de papel (generalmente, billetes) y el de plástico éstos funcionan como símbolos de valores que se encuentran en otra parte (por ejemplo el oro en el sótano de un banco).

El precio, por tanto, no es más que el valor de cambio expresado a través de una mercancía que funciona como equivalente general: el dinero.

Circulación y producción 

 Las mercancías recorren dos esferas: la circulación y la producción. La esfera de la circulación es el ámbito del intercambio, de la compra-venta.

En la esfera de la circulación, y cuando se trata de una economía monetaria, el dinero se cambia por otra mercancía y viceversa. En esta esfera quien tiene una mercancía que le sobra la cambia por dinero. Con este dinero compra otra mercancía que sí necesita (por su valor de uso).

La figura de esta operación es la siguiente: M-D-M (Mercancía-Dinero-Mercancía) Sin embargo, el capitalista actúa de otra manera: acude con dinero al mercado con el que compra una mercancía que vende por una cantidad de dinero mayor, por ejemplo, en otro mercado. La figura de esta operación es: D-M-D’ Lo desarrollaremos más adelante.

Proceso de producción 

 En la esfera de la producción hay que distinguir varios elementos que se denominan fuerzas productivas o factores de producción:

 1.Fuerza de trabajo. Representa el gasto de energía humana, sea física y/o intelectual, aplicado a la producción.

 2.Medios de producción. Se componen de:

 2,1, Objeto de trabajo: aquella materia sobre la que se trabaja. Puede tomarse directamente de la naturaleza (materia bruta) o bien haber recibido ya un trabajo previo. En este último caso se le denomina materia prima.

 2.2. Medios de trabajo: aquellos objetos que se utilizan para hacer el trabajo.

 2.2.1. En sentido amplio: locales, iluminación de los locales, carreteras, etc.

 2.2.2. En sentido estricto: herramientas, etc.

 A veces se confunden los términos medios de producción y medios de trabajo. Conviene no olvidar que el primero tiene un significado más amplio porque incluye tanto a los objetos de trabajo como a los medios de trabajo. También se confunde el trabajo con la fuerza de trabajo.

El trabajo es la actividad que se desarrolla para producir un objeto. La fuerza de trabajo es la energía humana empleada en la actividad de producir un objeto. Como veremos más adelante, el capitalista no paga por un trabajo, paga la fuerza de trabajo.

El resultado final es un objeto producido y, si se intercambia, una mercancía. En el caso de una agricultora sin asalariad@s, la fuerza de trabajo es el esfuerzo de esta misma agricultora, los medios de trabajo son: la tierra, la azada, el agua, etc.

El objeto de trabajo: las semillas, etc. En el caso de un taller de zapatería con tres asalariados y el dueño de los medios de producción: la fuerza de trabajo gastada por los cuatro; las herramientas, el local, la iluminación, el retrete, etc, como medios de trabajo; el cuero, la cola, etc. como objetos de trabajo. En ocasiones el asignar un elemento a un factor u otro de producción resulta complicado. Un mismo elemento puede ser a la vez objeto y medio de trabajo, por ejemplo: la tierra.

 Plustrabajo y plusvalia

Lo característico del capitalismo es que están separados los medios de producción de la fuerza de trabajo. Los trabajadores y trabajadoras, por carecer de medios de producción, han de vender su fuerza de trabajo como una mercancía más al poseedor de los medios de producción: el capitalista.

El capitalista convierte su dinero en capital comprando, por un lado, medios de producción (tierras, máquinas, locales,... que constituyen el capital constante) y, por otro, paga la fuerza de trabajo por su valor: la cantidad de trabajo socialmente necesaria para producirla, es decir, la cantidad de medios de subsistencia necesarios para reponer la fuerza de trabajo gastada por esa trabajadora o trabajador (los salarios, el denominado capital variable) y la creación de nuevos portadores de fuerza de trabajo: sus hij@s.

 Sin embargo, al llegar a cierto punto, la fuerza de trabajo ha producido su valor y, no obstante, sigue creando valor. Este tiempo de trabajo no pagado es el llamado plustrabajo, que el capitalista se embolsa en forma de plusvalía. Así, en su jornada de trabajo, los trabajadores sólo ven remuneradas parte de las horas trabajadas. La otra parte las trabajan gratuitamente para el capitalista.

 Esta plusvalía es la fuente principal de ganancias del capitalista y, al mismo tiempo, es a través de ella que la clase obrera es explotada bajo el capitalismo. La relación entre horas pagadas y horas no pagadas constituyen el grado de explotación. Los medios de producción transfieren su valor al producto final. La fuerza de trabajo transfiere su valor y además crea valor mediante el plustrabajo.

Por eso, el capitalismo sólo crea valor al explotar la fuerza de trabajo, no al invertir en medios de producción. El capitalista ha conseguido encontrar en el mercado una mercancía que crea valor, que no se limita a transferir valor: la fuerza de trabajo.

Recapitulando, y teniendo en cuenta ambas esferas: circulación y producción, el proceso es el siguiente: el capitalista, que cuenta con un dinero en cantidad suficiente (no basta cualquier cantidad, sólo a partir de cierto volumen puede convertirse en capital, al menos hasta la creación de sociedades por acciones), compra en el mercado dos tipos de mercancía: medios de producción y fuerza de trabajo.

Mediante estos dos tipos de mercancía produce una mercancía nueva que vende obteniendo una cantidad de dinero mayor que la cantidad de dinero inicial. D- M ………….. M’- D’ D- M y M’- D’, pertenecen a la esfera de la circulación. Los puntos suspensivos representan la esfera de la producción. El dinero inicial se convierte en capital al adquirir la mercancía medios de producción y la mercancía fuerza de trabajo.

A través del proceso de producción se ha creado una mercancía nueva: M’ que sale de la producción y se dirige a la circulación para convertirse en una cantidad de dinero, D’, superior a la inicial, pues se le ha sumado la plusvalía. Pongamos un ejemplo. Un capitalista tiene como negocio piñas en almíbar enlatadas. El capitalista adquiere con dinero las piñas (D – M). El capitalista tiene medios de producción: el local, la iluminación, las herramientas de trabajo,...

 El coste de estos medios de producción está incluido dentro del precio de las piñas que salen a la venta. Son elementos necesarios y aportan su valor al producto. Sin embargo, el local o las herramientas de trabajo no pueden crear plusvalía: su valor queda incluido en el objeto producido, pero no han creado un valor nuevo. Si el coste de la electricidad es 10 euros la hora y cada hora se crean 100 piñas enlatadas, cada piña llevará 0'1 euros del valor de la electricidad cuando se vendan.

La electricidad ha transferido su valor, pero no crea nuevo valor. ¿Qué es lo que crea un nuevo valor? La fuerza de trabajo (los trabajadores cortando las piñas, poniendo en funcionamiento maquinaria y herramientas,...), al igual que los medios de producción, transfiere su valor.

Pero no toda la fuerza de trabajo se paga. Si todos los trabajadores de la fábrica crean durante las 8 horas de trabajo 8000 euros, su salario sumado, probablemente, no exceda los 1000 euros. Es decir, si lo desglosamos por horas, cada hora, los trabajadores de la fábrica producen 1000 euros. Pero a salario pagado, sólo se abonó 1000 euros, lo que significa que sólo se paga una hora de trabajo. Las 7 horas restantes, en las que se produjeron 7000 euros, se trabajaron gratuitamente.

Esta es la plusvalía. La nueva mercancía (piñas en almíbar enlatadas, a la que denominamos M') ha creado un dinero incrementado (D'), superior a la suma de todos los costes que el capitalista ha pagado. Es decir, cuando el capitalista venda en el mercado cada piña, el precio de la misma llevará transferido el valor de los medios de producción. Pero si sólo llevara incorporado este valor, el capitalista no tendría ganancias.

Las piñas llevan un valor extra que tiene su origen en las horas no remuneradas realizadas por los trabajadores. Su origen es la plusvalía. La relación entre la plusvalía y el capital variable nos da la tasa de plusvalía o tasa de explotación: p/v La relación entre D’ y D nos da la tasa de ganancia: p /c+v , es decir: D’-D/ D, la relación entre la plusvalía obtenida y el capital total invertido en el proceso de producción.

 La relación entre el capital invertido en medios de producción (capital constante) y el capital invertido en salarios (capital variable) nos da la denominada composición de valor del capital: c/v La composición orgánica o técnica del capital es la relación entre los medios de producción y la fuerza de trabajo. La fórmula es similar a la anterior

Plusvalía absoluta y relativa

La forma absoluta de la plusvalía o plusvalía absoluta consiste en aumentar la duración de la jornada laboral, con ello se consigue aumentar el número de horas no remuneradas. La forma relativa de la plusvalía o plusvalía relativa consiste en aumentar la intensidad del trabajo, sea aumentando el ritmo de producción directamente o mediante nuevas máquinas más productivas.

Asi, al aumentar la productividad pero no el salario, los trabajadores trabajan el mismo número de horas, pero se reparten de distinta manera: hay más horas no remuneradas que antes.

Reproducción simple y ampliada 

 La reproducción simple alude a que al final del proceso la plusvalía se consuma por el capitalista (de forma no productiva, para sus necesidades como humano, no como capitalista), y no se invierta en un nuevo proceso de producción.

 La reproducción ampliada implica que una parte de la plusvalía obtenida se destina a comprar nuevos medios de producción y fuerza de trabajo para un nuevo proceso de producción. Al aumentar el capital inicial invertido en el proceso de producción, aumentará la plusvalía obtenida al final del proceso. Así, la plusvalía invertida engendra nueva plusvalía.

Tendencia decreciente de la tasa de ganancia

La competencia entre capitalistas y el desarrollo técnico aparejado al conocimiento científico (son procesos interrelacionados) provocan un aumento creciente de la proporción de capital constante invertida con respecto al capital variable. Es decir, con el desarrollo de las sociedades capitalistas, cada vez se invierte más en tecnología, herramientas,... en relación a lo que se invierte en fuerza de trabajo.

Dado que sólo la fuerza de trabajo crea nuevo valor, la disminución relativa de su importancia (la disminución relativa del capital variable con respecto al capital constante) conlleva una menor creación de plusvalía. Este hecho lleva aparejada la disminución de la tasa de ganancia (relación entre la plusvalía y el capital total invertido) . Es decir, cuanto más se desarrolla el capitalismo, más invierte en medios de producción, pero más difícil le resulta obtener plusvalías. No obstante, otros procesos contrarrestan esta tendencia. Para más información : libro I de “El capital”.

Acumulacion originaria 

 “El capital viene al mundo chorreando lodo y sangre”. El capitalismo no existe desde siempre. Para existir, tuvo que destruir la vieja sociedad del feudalismo, creando así las condiciones necesarias para poder explotar a la gran mayoría de la población.

Para que el capitalista encuentre individuos que no tengan otro remedio que vender su fuerza de trabajo, necesita previamente que éstos hayan sido despojados de sus medios de producción y que sean jurídicamente libres de vender su fuerza de trabajo. Esto último se consigue eliminando las relaciones feudales de servidumbre. Y lo primero se consigue privatizando las tierras comunales y arruinando a los pequeños productores campesinos (es decir, a quienes poseían o arrendaban un pequeño o mediano trozo de tierra) y a los productores artesanales que no pueden competir con la industria capitalista.

Con el término “acumulación originaria” se alude a este proceso histórico. Por un lado se despoja a los futuros asalariados y asalariadas de sus medios de producción; y por otro se concentran los medios de producción en manos del capitalista. El expolio de América, África y Asia efectuado por la colonización europea contribuye a este proceso. La acumulación originaria supone, por tanto, la expropiación a las trabajadoras/es de sus medios de producción por los capitalistas. La revolución socialista expropiará a los expropiadores.

Diccionario de terminos basicos 

 Acumulación Originaria: Proceso histórico que separó a los productores de sus medios de producción y que precedió y sirvió como condición básica para la gran producción capitalista. Va acompañada de: 1) Ruina de los pequeños productores (campesinos y artesanos) que se transforman en trabajadores desposeídos, que no tienen otra opción que vender su fuerza de trabajo. 2) Acumulación en manos de determinados individuos de grandes riquezas.

Capital: Valor que, a través de la explotación de la fuerza de trabajo proporciona plusvalía, es decir, se incrementa a sí mismo. El capital no es equivalente a dinero, simplemente. El capital, más que eso, es la categoría económica principal del modo de producción capitalista. Es un tipo de relación de producción entre la clase burguesa, que posee los medios de producción, y la clase obrera, que es explotada como fuerza de trabajo. El capital crea valor a través de la plusvalía.

Capital constante: Es la parte del capital que existe bajo la forma de medios de producción (edificios, maquinaria, materias primas,...) y cuyo valor no varía durante el proceso de producción.

Capital variable: Es la parte del capital invertida en fuerza de trabajo y cuyo valor se incrementa en el proceso de producción. La fuente de creación de plusvalía y del incremento del capital no reside en todo el capital, sino únicamente en la parte variable (aquella que se dedica a comprar fuerza de trabajo). En la empresa capitalista, el obrero crea un valor que supera, por su volumen, lo que percibe en concepto de salario. De esta manera, crea la plusvalía y añade valor al objeto producido.

Circulación: Intercambio de mercancías a través de dinero. En este tipo de intercambio, todas las mercancías miden su valor en dinero, por lo que el dinero se convierte en encarnación universal del valor de cambio. La fórmula monetaria es M – D – M, es decir, mercancía – dinero – mercancía.

Fuerzas productivas: Medios de producción + fuerza de trabajo. Los medios de producción son la base técnica de la sociedad, mientras que la fuerza de trabajo es el elemento principal de las fuerzas productivas. Las fuerzas productivas se desarrollan constantemente, siempre en relación dialéctica con las relaciones de producción.

Ley del valor: Es la principal ley económica de la producción mercantil. Según esta ley, las mercancías se intercambian en función de su valor de cambio, que está determinado por el trabajo socialmente necesario para producirlas.

Mercancía: Producto del trabajo destinado a satisfacer alguna necesidad del hombre y que se elabora para la venta, no para el consumo propio.

Plusvalía: Valor que el trabajo no pagado del obrero asalariado crea, más allá de del valor de su fuerza de trabaja, y del que se apropia gratuitamente el capitalista. Es la fuente real de la explotación capitalista. Existe una plusvalía absoluta y una plusvalía relativa.

Precio: Expresión del valor de cambio en dinero. Aunque el precio tiene como base el valor de cambio, el precio de una mercancía en particular no tiene necesariamente que coincidir con su valor. Existen fluctuaciones (por muchos factores, como la oferta y la demanda) que sitúan el precio por encima o por debajo de su valor, pero a escala de toda la sociedad y examinado durante un intervalo suficiente de tiempo, el precio siempre está en estrecha relación con el valor de cambio de la mercancía, es decir, con el trabajo socialmente necesario para producir la mercancía.

Producción: Proceso de creación de bienes materiales. Existe en todas las etapas de la humanidad. La producción se compone de fuerza de trabajo, objetos de trabajo y medios de trabajo.

Producción mercantil: Producción de bienes o servicios no para consumo propio sino para intercambiarlos en el mercado a través de la compra-venta de mercancías. Este tipo de producción aparece por primera vez con la propiedad privada. Para que exista producción mercantil, tiene que haber distintos personas que produzcan mercancías diferentes, es decir, tiene que existir la división del trabajo. La producción mercantil no desaparece con el socialismo, pero adopta unas propiedades diferentes, al no estar sometida a la propiedad privada de los medios de producción.

Reproducción: Repetición constante, renovación ininterrumpida del proceso de producción. En el proceso de trabajo se reproducen tanto los bienes materiales como las relaciones de producción. La reproducción puede ser simple, siempre que la plusvalía del proceso de producción se destine para satisfacer las necesidades (y lujos) del capitalista, o reproducción ampliada, cuando la plusvalía se invierte en nuevos medios de producción o nueva fuerza de trabajo.

Valor de cambio: Trabajo de los productores materializado en las mercancías. El valor de cambio existe en toda producción mercantil, donde rige la ley del valor. El valor de cambio se crea a través del trabajo abstracto. El valor de cambio varía de manera proporcional a la cantidad de trabajo socialmente necesario (a más trabajo necesario, más valor) y de manera inversa a la productividad (a mayor productividad, menos valor).

Valor de uso: Utilidad de una cosa, capacidad que posee de satisfacer una necesidad, cualquiera que sea, del hombre, de la sociedad. Está condicionado por las propiedades naturales (físicas, químicas,...) de la cosa y también por las propiedades adquiridas a través de la actividad humana. El valor de uso lo crea el trabajo concreto.

Fuente: Colectivos de Jóvenes Comunistas (CJC)

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1 comentario:

  1. Lo felicito excelente trabajo me ayuda muchísimo en mi militancia y lo eh compartido con compañeros y son de la misma opinión. Gracia camadaras.

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