Dzerzhinski, el escudo y la espada de la Revolución Soviética





















“¿Dónde se encuentra la manera de salir del infierno de hoy en día, en el que la ley del lobo de la explotación, la opresión y la violencia domina? La salida está en la idea del socialismo, de la solidaridad, pero es necesario que sus defensores lleven la bandera en alto para que la gente pueda verla y seguirla, el socialismo debe dejar de ser sólo la previsión científica del futuro, debe convertirse en la antorcha que enciende la fe y la fuerza inquebrantable en los corazones…”

Félix Edmúndovich Dzerzhinski (en polaco Feliks Dzierżyński, en ruso Феликс Эдмундович Дзержинский), nació en Vilnius el 11 de Septiembre de 1877 y falleció en Moscú el 20 de Julio de 1926.

Responsable del Partido Comunista Bolchevique de la URSS, a lo largo de su vida desarrolló importantes tareas en la construcción del socialismo. Para los jóvenes, trabajadores y seguidores de las enseñanzas del Partido Comunista, es un privilegio haber contado en nuestras filas con una mente tan analítica y científica como la de Felix. Incansable obrero revolucionario, cualquier tarea, inclusiva la más nímia fue realizada por él de forma impecable. De hecho tanto para Sverdlov, Lenin y Stalin los trabajos que confiaban a este modesto e infatigable comunista, eran una garantía de cumplimiento. Entre sus camaradas le llamaban Félix el Férreo.

La historia de su vida, es impresionante. Nacido de una familia de aristócratas polacos, vivió cerca de Minsk (capital de la República Socialista Soviética de Bielorrusia). A los 18 años, en 1895, ingresa en el Partido Socialdemócrata lituano y un año más tarde es expulsado de la escuela en Vilnius (Lituania) por los delitos: distribuir panfletos contra el zar, y hablar en polaco.

Tras la farsa de juicio, la sentencia estaba dictada antes de celebrarse, es deportado a Siberia de 1897 a 1900, donde redacta su libro “Diario de Prisión”, publicado en los años 50.

En 1903 ya exiliado en Berlín, se une a los bolcheviques del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, a donde regresará para participar en la Revolución de 1905. Detenido por la policía política zarista (Ojrana) está continuamente saliendo y entrando en la cárcel hasta marzo de 1917. Durante 12 años, Félix es salvajemente torturado cada semana, su piel en la espalda, brazos y piernas estaban llenas de cicatrices. Su salud fue seriamente quebrantada por el frío, la humedad y la huelga de hambre que sostuvo en la cárcel de Orel. Once años los pasó en las mazmorras zaristas, de hecho en una carta a su compañera Sofía, esta le cuenta que su hijo Iásik nació con ella en prisión.


La Revolución de Octubre

“Ya veo ingentes masas marchando y destruyendo el viejo sistema, de las que saldrán nuevas fuerzas entrenadas para la lucha. Me siento orgulloso de estar con ellos, de sufrir con ellos”.

Ese año es propuesto por el CC del Partido Bolchevique para dirigir militarmente la Revolución de Octubre, desde el Comité Militar Revolucionario. En aquellos días su actividad deslumbró a los miembros de su partido. Nombrado Comandante de las fuerzas de defensa en el Smolny, eligió en aquellos titánicos días a sus bolcheviques, para ser la guardia de confianza de Lenin, probados tiradores rojos letones. Con un celo concienzudo, fue eligiendo, cada marinero del Báltico, cada obrero de las barriadas, cada estudiante, con sencillas y concretas preguntas; de cómo, de donde, quien le conoce, cuál ha sido su proceder, etc. Es el nacimiento de los Destacamentos de Defensa Proletarios. Así con estos destacamentos, planificó un esquema de milicianos compuestos por soldados y obreros; Destacó a comprobados bolcheviques, para almacenar, distribuir, y coordinar las reservas de armas; Preparó detenidamente los grupos operativos que tomarían los puntos esenciales de la ciudad.

Salvaguardando la Revolución

“La cada vez más poderosa rueda de enemigos que nos cercan, nos obliga a emplear medidas más decididas… he sido trasladado hasta una posición en la primera línea de fuego, y mi voluntad es la de luchar y permanecer con los ojos abiertos ante el peligro… en esta danza entre la vida y la muerte, como un perro fiel para destrozar al ladrón…sin piedad”.

El 20 de Diciembre de 1917 sobre la base de los Destacamentos de Defensa Proletarios, el Consejo de Comisarios del Pueblo crea la “Comisión Extraordinaria de Todas las Rusias para Combatir la Contrarrevolución y el Sabotaje” en ruso “Всероссийская чрезвычайная комиссия по борьбе с контрреволюцией и саботажем”, que se denominó popularmente (Checa) y en ruso VChK. Dzerzhinski, enseña porqué es necesaria la VChK: "No es ésta la hora de hacer discursos. Nuestra revolución se halla en grave peligro. Venimos tolerando con excesiva complacencia todo lo que sucede a nuestro alrededor. Nuestros enemigos están organizando sus fuerzas. Los contrarrevolucionarios se han puesto manos a la obra, y han formado grupos en varias zonas del país. ¡Hasta aquí!, en Petrogrado, en nuestra casa han acampado! Tenemos pruebas irrefutables de esto, y hemos de enviar a este frente a los camaradas más incorruptibles, enérgicos, adictos y leales, dispuestos a darlo todos para defender la conquista de nuestra revolución. Nadie piense que estoy tratando de enunciar fórmulas de justicia, lo que necesitamos ahora es dar una batalla a muerte. Propongo, pido, que se empiece a usar la espada revolucionaria a que termine con todos los contrarrevolucionarios. ¡Hemos de actuar, no mañana, sino hoy inmediatamente!

La VChK también tuvo que realizar una labor titánica para reformar todos los servicios de seguridad contra las bandas organizadas del crimen. En aquellos días escribe a su compañera: “Ahora se alza ante nosotros el mayor enemigo: el hambre verdadera. Para obtener pan, hay que quitarlo a los que lo poseen y darlo a los que carecen de él. La guerra civil debe alcanzar proporciones insólitas. Estoy en la primera línea de fuego, y mi voluntad es luchar, mirar con los ojos bien abiertos todo el peligro de tan grave situación y ser implacable…” Una de sus primeras misiones fue acabar con el mercado negro, que inflaba los precios y acaparaba los productos que venían del campo hacia las ciudades. Tras el decreto de la tierra, los destacamentos bolcheviques impusieron una implacable lucha contra los especuladores, fusilando a los campesinos que escondían el grano. Así en una entrevista de Julio del 18, Félix aclara: "Estamos preparados para el terror organizado, así francamente debemos admitirlo. En épocas revolucionarias, el terror es una completa necesidad. Nuestro objetivo es acabar con los enemigos del gobierno soviético y con la nueva sociedad que estamos construyendo. Rápidamente juzgamos. Un día pasa entre la prisión del criminal y su oración de despedida, en la mayoría de las detenciones. Demostrados los delitos de los infractores, no hay mayor sentencia que la confesión del criminal".

Poco después tiene lugar el golpe de estado en Moscú de los eseristas de izquierda. Tomando de rehén a Felix, y haciéndose fuertes en edificios públicos. Lenin en persona al mando de los tiradores rojos letones audazmente libera a Dzerzhinski y tras duros combates se restituye el poder soviético. Lenin declará "Cuando estudio las actividades de la cheka, y al mismo tiempo oigo las innumerables críticas de que es objeto, no puedo sino decir que todos éstas son palabras vacías de pequeños burgueses... Es verosímil que se hayan infiltrado en la Cheka elementos indeseables de fuera: ya les echaremos por medio de la autocrítica. Pero lo importante para nosotros es el hecho de que la Checa está haciendo efectiva la dictadura del proletariado, y en este sentido su valor es inestimable. Si no es mediante la fuerza y la violencia, no hay manera de eliminar a los explotadores de las masas. Esta es la misión de la Cheka, y en esto radica su servicio al proletariado"

Pero, con dinero imperialista el plan de los eseristas era aún más peligroso. El 30 de Agosto de 1918, en Petrogrado Moiséi Uritski responsable de la VChK de Moscú es asesinado, y el mismo día Dora Kaplan, eserista, dispara dos balas hiriendo gravemente a Lenin, de cuyas secuelas no se recuperará y de las que finalmente fallecería seis años después.

Desde el principio los bolcheviques miembros de esta comisión tuvieron un papel destacado para detener a los agentes del espionaje internacional (comprados por las embajadas de Francia, EEUU y Reino Unido) Los primeros meses fueron decisivos. Años de lucha sin cuartel para desbaratar las conspiraciones de los grandes magnates rusos del exterior que financiaban ejércitos blancos para derrocar al gobierno de los trabajadores.

En una conferencia Dzerzhinski y Shukov, como responsables de la Comisión dejaron bien claras sus funciones:

Suprimir y liquidar todo intento y acto contrarrevolucionario de sabotaje, en todo el territorio de Rusia.

Llevar a los delincuentes ante los Tribunales Revolucionarios.

Confiscación de bienes, expulsión de sus domicilios, privación de las cartillas de racionamiento, publicación de listas de enemigos del Pueblo.

Desenmascaramiento de los funcionarios que colaboraban con la clase hostil.

Uno de los compañeros de Félix, Latsis defiende la esencia de clase de la lucha de la VChK contra la decrépita sociedad imperialista: "La Cheka no es una comisión investigadora, un juzgado o un tribunal. Es un órgano de lucha en el frente interno de la guerra civil (...) No juzga, golpea. No perdona, destruye a todos los que están situados al otro lado de la barricada".

Construyendo el futuro de los niños soviéticos

“Luchamos y sufrimos no por nosotros, sino por los niños, por la felicidad de las nuevas generaciones… Que crezcan valientes y fuertes de espíritu y de cuerpo, que nunca negocien con su conciencia, que sean más felices que nosotros, que sean testigos del triunfo de la libertad, la fraternidad y el amor”.

Un periodista norteamericano que en 1919, visitó la Rusia Soviética, escribió: “Los bolcheviques tienen sus esperanzas puestas en algo. Salvan a sus niños”. A propuesta de Lenin en febrero de 1919 se constituye el Consejo Estatal de Protección de la Infancia, con Anatoli Lunacharski como responsable (era el Comisario del Pueblo para la Educación). Una de las primeras medidas urgentes, era dar de comer a los cientos de miles de niños huérfanos y vagabundos.

En sus memorias Anatoli apunta: “Félix Edmundóvich entró en mi despacho. Todo el que le conocía sabía su manera de proceder: él siempre hablaba apresurado, como si tuviese conciencia de que tenía poco tiempo y que todo se hacía con premura; - Quiero dedicar parte de mis propias fuerzas y, lo principal, parte de las fuerzas de la VChK, a acabar con la vagabundería infantil, me dijo Dzerzhinski, y de sus ojos se desprendían las llamas de su energía. – He llegado a esta conclusión (prosiguió) partiendo de dos consideraciones. Primero, es una gran calamidad. ¡Los frutos de la revolución son para ellos y no para nosotros! Sin embargo, cuántos niños sufren la guerra y la miseria. Debemos correr en su ayuda, como si esos niños estuviesen ahogándose. El Narkomprós (Comisariado del Pueblo de Educación) por sí sólo no está en condiciones de remediar la situación. Se requiere mucha ayuda de todos los medios sociales soviéticos. Hay que constituir una comisión adjunta al VTsIK (Comité Ejecutivo Central de toda Rusia) en que participe, desde luego el Narkomprós, una comisión representativa de la que formen parte todos los departamentos y organismos útiles para este asunto. Ya he hablado con diversas personas, me gustaría encabezar esta comisión y quiero incorporar efectivamente en este trabajo al aparato de la VChK. Hay otra razón que me lleva a ello: creo que nuestro aparato es uno de los mejor organizados. Tenemos representantes nuestros en todas partes. Nos tienen en cuenta. Nos temen un poco…” Bajo el nombre de Detkomissia (Comisión para la Infancia), este organismo alcanzó gran popularidad en el país, y fue fundamental su papel en la historia de la lucha por acabar con la vagabundería infantil en los años que siguieron a la revolución.

La organización, apoyada por los chekistas de las poblaciones, montaron colonias, escuelas de trabajo y educación, comunas autosuficientes, con la supervisión directa de Félix. De 1920 a 1923, la Detkomissia traslado, alimentó y proporcionó educación a más de 6 millones de niños, en los años más duros de la Guerra, llegando a los más remotos lugares. Los chicos de las escuelas mayores de 14 años, podían realizar el aprendizaje en una brigada de una fábrica del Estado, en una cooperativa o en un taller de artesanía, remunerándoles por ello, a la vez que asistían a la escuela. El consejo de Comisarios del Pueblo aprobó en reiteradas ocasiones resoluciones y disposiciones encaminadas a dar colocación, asegurar económicamente y a enviar a jóvenes a proseguir sus estudios en los centros docentes superiores de Moscú y de otras ciudades. Aquellos niños tenían el amparo de cientos de empresas, el Ejército Rojo, la VChK, los sindicatos, el Komsomol y muchas organizaciones sociales… La lucha por erradicar la vagabundería infantil se convirtió, verdaderamente, en causa de todo el pueblo. Puede decirse que aquella empresa fue una cuestión de honor para los soviéticos.

Desarrollando los transportes y la industria

“Un hombre debe cumplir con su deber, seguir su camino hasta el final, y aún cuando los ojos dejan de ver y son ciegos a la belleza del mundo, el alma sabe de esta belleza y sigue siendo su sirviente, siguiendo esa luz, siendo conscientes de la posibilidad de ir a la muerte por la causa de la vida, de ir a la cárcel por la causa de la libertad y tener la fuerza para pasar por todo el infierno de la vida con los ojos abiertos, sintiendo en el corazón exaltado el himno de la belleza y la verdad”.

Dzerzhinski acepta, en aquel terrible año de 1921 aún con los frentes de batalla rugiendo, la responsabilidad del Comisariado de las carreteras y ferrocarriles. Con una actividad impresionante, implacable, ordena utilizar al Ejército Rojo cuando cesan los combates en una región y pasa a ser un Ejército de Trabajadores, estimula a los soviets locales enviándoles técnicos e ingenieros para reparar los puentes y vías de acceso, y a brigadas de chequistas para combatir las bandas de delincuentes contrarrevolucionarios que quieren impedir que los campesinos y obreros trabajen por un nuevo futuro. Es una carrera contra reloj para lograr reconstruir las vías férreas esenciales, destruidas por la guerra civil. Dispone en cada república de un plan de reparación de las principales carreteras, lográndolo en dos años.

En febrero de 1924, es nombrado presidente del Vesenja (comité supremo de industria y agricultura nacional) Tres meses más tarde, en el XIII Congreso del Partido propone poner en marcha la industria pesada que requería la Unión Soviética, realizándose una inversión de 100 a 200 millones de rublos en oro, durante cinco años. Tras una dura discusión logra que se apruebe el plan. Tras su aprobación, en toda la URSS, se proyecta, construye, importa y destina materiales, obreros, ingenieros, para hacer realidad ese proyecto (irrealizable como dirían en Occidente), que puso las bases de la economía planificada soviética, realizándose en aquellos cinco años todas las metas proyectadas. A su fallecimiento le sucedió su mano derecha Kuibishev.

Murió en 1926 de un infarto cardíaco cuando pronunciaba un discurso político, encendido de lucha contra la oposición de Trotsky, Zinoviev y Kamenev, cuando decía: "os levantásteis contra el partido y el partido os aplastará". A su muerte, le sucedió en la VChK Viacheslav Menzhinski.

Ejemplo para nuestro futuro

“Cuando pienso en el infierno por el que estáis pasando, mi propio y pequeño infierno me parece minúsculo, cuando reflexiono sobre lo que está ocurriendo, sobre el aplastamiento universal de todas las esperanzas, llego a la conclusión de que, cuanto peor sea ese aplastamiento, con mayor fuerza y prontitud florecerá la vida”

Los comunistas siempre apreciaremos la honestidad y el trabajo de este sencillo bolchevique. En los momentos más duros de su vida encontró en su partido y en sus camaradas, la senda viva de una colectividad plena. Su actividad y sus palabras son claras para el futuro de la humanidad. En una carta a su hermana Aldona Bulgak le dice: “Soy un caminante eterno, siempre en movimiento, sumergido en la ola de los cambios y de la creación de una nueva vida… Veo el futuro y quiero y debo participar yo mismo en su creación, quiero y debo estar en movimiento, como piedra lanzada por la honda, hasta que alcance el fin…comprender a un soldado de la revolución, que lucha porque en el mundo no haya injusticia, porque esta guerra no deje a merced de los ricachones vencedores a pueblos formados por millones de seres. La guerra es espantosa. Se ha lanzado sobre nosotros todo el mundo de los ricos. El pueblo más desdichado y más ignorante ha sido el primero en alzarse en defensa de sus derechos y hace frente a todo el mundo”. Victor Serge en sus crónicas desde el extranjero dicta como es atacado, vilipendiado y odiado por la burguesía internacional, ya que no pudieron con su organización durante decenas de años.

Hoy cuando el capitalismo imperialista se abalanza contra los obreros a fin de hacerles retroceder de todos sus derechos, para obtener el mayor beneficio posible, figuras tan indoblegables como Félix, por sus hechos y palabras, son un imprescindible libro de lucha contra la dominación de la oligarquía financiera, para que en un futuro no lejano avancemos hacia la revolución socialista y el comunismo.

En memoriam

Después de Frunze, Dzerzhinski. La vieja guardia leninista ha perdido a otro de sus mejores dirigentes y luchadores. El Partido sufre otra pérdida irreparable.

Cuando ahora, ante el féretro abierto, recordamos todo el camino recorrido por el camarada Dzerzhinski -la cárcel, el presidio, el destierro, la Comisión Extraordinaria de lucha con la contrarrevolución, el restablecimiento del transporte arruinado, la construcción de la joven industria socialista-, se quiere definir con una sola palabra esta vida impetuosa: FERVOR.

La Revolución de Octubre le llevó al difícil puesto de dirigente de la Comisión Extraordinaria de lucha con la contrarrevolución. Para la burguesía no había nombre más odiado que el de Dzerzhinski, el hombre que repelía con mano de acero los golpes de los enemigos de la revolución proletaria. “El terror de la burguesía”: así se llamaba entonces al camarada Félix Dierzhinski.

Cuando hubo llegado el “período pacífico”, el camarada Dzerzhinski prosiguió su impetuosa labor. El camarada Dzerzhinski es todo fervor al poner orden en el transporte desorganizado, es todo fervor, después, en el trabajo de construcción de nuestra industria, como presidente del Consejo Supremo de la Economía Nacional. Sin darse punto de descanso, sin rehuir ningún trabajo penoso, luchando audazmente contra las dificultades y venciéndolas, entregando todas sus fuerzas, su energía toda a la obra que le confiara el Partido, consume su vida trabajando en aras de los intereses del proletariado, en aras de la victoria del comunismo.

¡Descansa en paz, héroe de Octubre! ¡Descansa en paz, hijo fiel del Partido!

¡Descansa en paz, constructor de la unidad y de la fuerza de nuestro Partido!

J. Stalin.
22 de julio de 1926.


En Moscú y Minsk están erigidos monumentos a su persona. Numerosas calles de múltiples ciudades de Rusia y Bielorrusia llevan su nombre, además de una ciudad en Armenia.


Obras consultadas:

* Дзержинский (Dzerzhinski). A. V. Tishkov. Editorial Jóven Guardia. (en ruso)
* No hay niños extraños. Nadezhda Azhguíjina. Editorial Agencia de Prensa Novosti.
* La Juventud va a la revolución. Ediciones Cultura. Buenos Aires 1975.

Extraído de: Amistad Hispano-Soviética

1 comentario:

¡NORMAS PARA COMENTAR!

-Esta es la opinión de los internautas, no la de Periodismo Incendiario.

-No está permitido verter comentarios con contenido soez, serán automáticamente eliminados.

-Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.

Tú opinión es importante, en todo momento propugnaré por la libertad de expresión, y en ningún momento habrá censura o eliminación de comentarios, siempre y cuando, (no hayas incumplido unas de las normas).

Al dejar tu comentario, ayudas a mejorar el blog.

¡Salud y Revolución!