Mijaíl Kaláshnikov: "Soy comunista desde 1953"

Para el joven país de los Soviets era vital poder defender su supervivencia. Para ello se necesitaba gente con arrojo, combativa, científicos, ingenieros y técnica del más alto nivel. El primer Estado socialista de obreros y campesinos del mundo, ofrecía la posibilidad a cada uno de demostrar su valía, y esos talentos eran muy demandados. Ante ese chiquillo, nacido un 10 de noviembre de 1919, dos años después de la revolución, en plena guerra civil, en la aldea Kurya de la región de Altái, se abrían todos los caminos. La vida de una numerosa familia campesina no era nada sencilla. En 1930, el padre de Mijaíl, fue declarado “kulak” y fue deportado. No son pocos los antisoviéticos que gustan de especular sobre este y otros temas.

Pero quien mejor que el propio Kaláshnikov para responder a todas esas especulaciones, cuando hace dos años escribió:

“Soy comunista desde 1953. En el país que gobernaban los comunistas, yo, hijo de una familia campesina de 17 hermanos, pude llegar a ser ingeniero en armas ligeras, y alcanzar las más altas cotas de maestría en la profesión. Bajo la dirección del Partido Comunista mi generación venció en la Gran guerra, construyó una gran potencia, abrió el camino al espacio para la humanidad, creó los mejores modelos de técnica en el mundo. En la actualidad seguimos viviendo de los logros de la gran herencia soviética. Y los comunistas rusos de hoy en día, son una fuerza creadora que se fija como objetivo el renacimiento de la grandeza de nuestro país. Estoy convencido de que los comunistas no nos defraudarán”.


Pero el dos veces héroe del Trabajo socialista, Héroe de Rusia, doctor en ciencias técnicas, laureado con el premio Lenin y Stalin, Teniente General Mijaíl Timoféyevich Kaláshnikov no era una persona más, era un auténtico soviético. Muchos en occidente (en su primera visita a los EE.UU. lo recibieron como a una estrella de cine) y entre los nuevos “dueños de la vida” en Rusia se sorprendían: ¿Cómo un constructor tan famoso no está amasando millones, vive en una ciudad de provincias como Ízhevsk en una casa de lo más corriente, no tiene terrenos, haciendas ni yates…? ¿Por qué no patenta la marca y la vende?

A los que pensaban esto también les respondió Mijaíl Timoféyevich:

“Nosotros los constructores de armas soviéticos, trabajábamos todos para la Patria. Así nos educaron. Y por eso nadie pensaba en patentes. Sin embargo no estoy de acuerdo con la imagen que proyectan de mí algunos corresponsales, como de una persona humillada, que vive en la pobreza. Dígame un solo constructor en occidente, que tenga en vida un busto de bronce. A mí, dos veces Héroe, me lo pusieron en el 80, en mi patria chica, donde mi madre me trajo al mundo en una gran familia campesina. ¿Por qué se ha de medir todo con “verdes”? No me comparo con los nuevos rusos, que se han apropiado de miles de millones del patrimonio común. No les envidio”

Hace dos años, Kaláshnikov accedió a ceder su imagen para las campañas del PCFR.

Descanse en paz, Mijaíl Timoféyevich.

Extraído de: "El blog de Josafat S. Comín"


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